Laura Elena Camacho Vásquez, Norma Alicia Castro Villa, Lourdes Valenzuela Merancio
El
tema del liderazgo ha despertado el
interés cada día más en las
organizaciones, pero sobre todo en las instituciones educativas, la sociedad en
general comienza a cuestionar la realidad de la educación entre otros problemas
interminables que existen en nuestro país México y lo primero que se les viene a la mente es
encontrar a los responsables de la existencia de esos problemas que se encuentran sin atender realmente.
Como un intento de dar solución a la problemática, se
recurre a la búsqueda de un líder, pero no aquel líder omnipotente o héroe que
ejercía un liderazgo que no beneficiaba a la mayoría, por suerte este concepto
de liderazgo ha ido evolucionando cada vez con más fuerza, con el fin de que
sea conveniente a las situaciones cada día más difíciles que caracterizan a la
sociedad en la actualidad.
Pero en esta reflexión vamos a involucrar únicamente
al docente y su liderazgo en el aula, en virtud de que por la cantidad de
tiempo que pasa con los alumnos es una de las piezas más importantes dentro de
las instituciones educativas no sólo en la de proporcionar conocimientos y en
el cual se enfoca la preparación de los alumnos para que adquieran
conocimientos y desarrollo de habilidades,
sino también en la formación de pensamientos,
ideas y valores que conlleven a preparar personas de bien, por lo que nos debe
quedar claro cuál es el concepto de Iiderazgo educativo, que según Ginberg, es la capacidad de articular, conceptualizar, crear y promover espacios
y posibilidades para un cambio crítico y efectivo de las condiciones que
inhiben el mejoramiento de todos y para todos.
Para esto, el docente debe conocer que las principales
herramientas con las que debe contar para construir un clima agradable en el
aula para que haya cordialidad, paz y civilidad para ejercer su trabajo, es la
de sus conocimientos que le permitan planear sus clases con metodologías
adecuadas que logren captar la atención, el interés y motivación de los
estudiantes; otra herramienta podría ser personas, que sus
actitudes, comportamientos, su físico y su vestimenta, le da al docente autoridad moral, son rasgos que
le da la confianza necesaria para lograr esa armonía y respeto, se puede conseguir además, que los alumnos lo
imiten y se transforme así en un líder para sus educandos.
Es importante resaltar en este artículo que uno de los
grandes problemas que se presentan con más frecuencia dentro de las aulas, es la conducta y actitud del alumnado, por lo que el
docente debe estar preparado para aplicar estrategias adecuadas para solucionar
esta situación, para ello el educador
primeramente debe preguntarse ¿El problema de conducta y actitud, se da por
culpa del alumno o por la falta de liderazgo? No pretendemos dar una “receta”
de cómo manejar esta situación, porque cada
docente al igual que el alumno en la mayoría de las ocasiones se comporta de
acuerdo a su contexto en el que vive, la diferencia consiste que el profesor es
una persona preparada que debe saber separar su situación dentro y fuera de la
escuela, si puede lograr esto, entonces estará
en posibilidades de atender a sus alumnos al 100%, lo
que le permitirá desarrollar su liderazgo para controlar adecuadamente las
diferentes situaciones que se le presenten durante el desarrollo de su función
en el aula.
En
cuanto al proceso de
enseñanza/aprendizaje, el docente también tiene la facultad y
autonomía para que de acuerdo a los objetivos de los programas de estudio de
cada institución educativa según el nivel a que pertenezca, pueda planear y
decidir que métodos, técnicas y estrategias debe considerar, en que momento la
va a implementar, todo esto con el fin
de enriquecer la formación del alumnado y lograr que ésta sea más eficaz,
porque él es responsable de que los recursos sean utilizados en forma eficiente.
No es tan fácil hacerlo tal y como se escribe,
ya que cada día los problemas que se presentan en las instituciones educativas
como el fracaso escolar, los valores no aplicados, hacen que la sociedad tenga
la creencia que se ha perdido la autoridad del profesor en el aula y si se
pretende formar personas críticas, independientes y con valores, no podemos seguir
educando de la forma tradicional, donde existían golpes, regaños, el
aprendizaje basado en la repetición y memorización.
En la
actualidad hay docente que tienen una
relación más estrecha con sus alumnos, manteniéndose cada uno en su lugar
claro, esto les permite conocerlos un poco más y les facilita el proceso de
enseñanza/aprendizaje; pero no todos los docentes están comprometidos a
fomentar este tipo de relación, hace falta preparación, es verdad que si existe
la formación en cuestión de liderazgo, pero no todos participan ni se da en
todos los niveles. En el nivel medio superior, aunque es considerada “básica”
no se le toma en cuenta y es esencial para su desarrollo profesional, en virtud
de que los alumnos que se reciben en
esta etapa, son adolescentes que conllevan una serie de problemas propios de su
edad y hay que estar preparados para guiarlos adecuadamente en su preparación
para su vida adulta.
En
conclusión, ser líder en el aula no es fácil pero si es posible. Ser un líder
en el aula, no es mandar e imponerse ante sus educandos, ser líder es cuando
ellos te ven como tal, como alguien que los va ayudar a caminar juntos en este período
y si esa tarea el docente lo hace correctamente, entonces se ha convertido en
un profesor/líder, capaz de lograr que los educandos cumplan con el objetivo de
su asignatura, que se preocupa por aquellos que se rezagan, por los que tienen
necesidades especiales, valora el esfuerzo que realizan cada día por salir
adelante, todo esto también anima al profesor a continuar con su preparación,
conocer los estilos de liderazgos existentes y asumir cada uno cuando corresponda y sobre
todo debe ser asertivo para que le facilite esta ardua labor que nadie más que
él, ha elegido ser.
Posiblemente lo que estamos comentando es un “sueño
dorado” que todos anhelamos que sea
real, pero de lo que si estamos seguras, es la de seguir persuadiendo a la
sociedad para que reivindique al docente como una figura capaz de guiar,
desarrollar conocimiento y habilidades en sus hijos.
No podemos dejar a un lado, que la fuerza del docente es
la del ejemplo que dan al manifestar su interés y apertura para someterse a
pruebas y reconocer sus errores, eso lo convierte en líderes ante la vista de
los demás.
Fuentes
Grinberg Jaimer. Desafíos
y posibilidades para el futuro de la educación. El papel del docente líder. Primer
Coloquio Universidad Torcuato Di Tella – TheUniversity of New México: ”El rol
del docente en la escuela del nuevo milenio”. Octubre. 1999.
Eggers,
Maximiliano F. Teoría de las organizaciones: Editorial Maipue.
Chamorro
Miranda, Diana Judith. Factores determinantes del estilo de liderazgo del
director/a. Universidad Complutense de
Madrid.
"Por unos la llevamos todos", lamentablemente la figura del docente se ha ido deteriorando con el tiempo gracias al mal ejemplo que dan algunos, considero que todavia son mas los buenos maestros comprometidos en la búsqueda de un liderazgo e inclusive que ya lo practican, todo en pro de la calidad educativa.
ResponderEliminarEs Fácil Ser Líder En El Aula?
ResponderEliminarPara algunos docentes sí, porque primeramente tienen que estar capacitados para ser líder y para ello se necesita personalidad, valores conocimientos, actitudes, el objetivo primordial de la educación es que los alumnos salgan con el saber, el convivir, etc. En si los cuatro pilares, por ejemplo: si un alumno esta en conocimiento con ese alumno tenemos que trabajar para que salga bien preparado.
M.E. María Luisa Linares
En realidad es dif'icil para los maestros, cada vez m'as, ser l'ider en las aulas, pero como bien dicen, no es imposible. La importancia radica en nosotros como padres reestablecer el v'inculo con nuestros hijos y sus maestros, para reestablecer valores de respeto , tolerancia y disciplina.
ResponderEliminarKenna Vasquez