María Cristina
Guerrero Hoyos y María
Dolores Lugo Cinco
El término “Estilos de aprendizaje” se refiere a
como cada persona utiliza su propio
método o estrategias a la hora de aprender. Cada uno tiene su propio estilo y estrategia, aunque éstas
varíen según lo que se requiere conocer, se conjugan la velocidad,
características y eficacia, lo que constituyen nuestro estilo de aprendizaje.
Son los rasgos cognitivos, afectivos y
fisiológicos los que determinan como cada alumno estructura los contenidos,
conceptos y los aplica, como interpreta
información, resuelve problemas y selecciona los medios de representación
(visual, auditivo o kinestesico), como lo menciona Kolb (1984) “El aprendizaje es el proceso mediante el
cual el conocimiento crea a través de la transformación de la experiencia. Conocimientos resultados de la combinación de
captar la experiencia y transformarla”.
El modelo de Programación Neurolingüística de
Blander y Grinder también llamado visual-auditivo-kinestésico (VAK), toma en
cuenta que tenemos tres grandes sistemas
para representar mentalmente la información,
el visual, auditivo y
kinestésico. Utiliza los
tres principales receptores sensoriales para determinar el estilo dominante de
aprendizaje.
La Programación Neurolingüística es un sistema para preparar (programar),
sistemáticamente nuestra mente (neuro), y lograr que comunique de manera eficaz
lo que pensamos con lo que hacemos (lingüística), logrando así una congruencia
y comunicación eficaz a través de una estrategia que se enfoca al desarrollo
humano.
Estudia cómo nos comunicamos con nosotros
mismos (comunicación intrapersonal) y por consiguiente cómo nos comunicamos con
otros (comunicación interpersonal), nos ayuda a definir cómo hacemos lo que hacemos y cómo
podemos transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos.
La mayoría de nosotros utilizamos
los sistemas de representación de forma
desigual, potenciando unos e infrautilizando otros. Se desarrollan más
cuanto más los utilicemos. Los sistemas de representación no son buenos o
malos, pero si más o menos eficaces para
realizar determinados procesos mentales.
Sistema de representación visual: Los alumnos visuales aprenden mejor cuando leen o ven la
información de alguna manera. La gente que lo utiliza tiene más facilidad para
absorber grandes cantidades de
información con rapidez.
Visualizar
ayuda a establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos así como la
capacidad de abstracción y de planificación.
Sistema
de representación auditivo: Cuando recordamos
utilizando este sistema lo hacemos de manera secuencial y ordenada. Los alumnos auditivos aprenden mejor cuando
reciben las explicaciones oralmente y
pueden hablar y explicar esa información a otra persona. Es fundamental
en el aprendizaje de los idiomas, y naturalmente, de la música.
Sistema de representación
kinestésico:
Se refiere a procesar
información asociándola a nuestras
sensaciones y movimientos, a nuestro cuerpo, aprender utilizando es lento y
profundo, una vez que hemos aprendido con la memoria muscular, es difícil olvidar lo aprendido.
Los
alumnos kinestésicos aprenden cuando hacen cosas como por ejemplo, experimentos
de laboratorio o proyectos. El alumno kinestésico necesita moverse, Cuando
estudian muchas veces pasean o se balancean para satisfacer esa necesidad de
movimiento. En el aula buscarán cualquier excusa para levantarse o moverse.
La gran innovación que la óptica de los
estilos de aprendizaje puede producir debería ser puesta en práctica desde el inicio de la vida escolar; ser
incorporada a las instituciones de enseñanza como un dispositivo dinámico de
intervención sobre las didácticas de los contenidos escolares, no sólo
disciplinariamente sino en la propia práctica didáctico–pedagógica en cada escuela.
En consecuencia, se producirían intervenciones efectivas en las prácticas
escolares y por consiguiente serían generadas evaluaciones generales sobre la
aplicabilidad de los currículos y estrategias más aptas a esa o aquella
situación, región o escuela. De este
modo serían consideradas las singularidades, las diferencias y las necesidades de
cada uno de los alumnos.
El
liderazgo escolar influye en los resultados de los alumnos al
crear el ambiente adecuado para que los maestros mejoren la práctica en la
clase y el aprendizaje de los estudiantes. (Pont, 2009)
El maestro como líder educativo debe prever, planear organizar, coordinar, entre
otros; como lo menciona Pazmiño (2010) el
líder debe fijar los objetivos; tener en
cuenta las necesidades que ello va a suponer, definir obligaciones y
responsabilidades; determinar el método a seguir; tener en cuenta el ambiente,
actitudes e intereses, prepararlo todo con el tiempo suficiente y darle
difusión adecuada… Es decir debe
hacer una planeación adecuada y eficiente de acuerdo a las necesidades
de sus alumnos. Debe estar en constante
capacitación para evitar caer en la simulación o en la improvisación, ya que se
puede provocar un verdadero caos en el salón de clases al no tener un objetivo
definido. Los alumnos captan todo y son
capaces de evaluar y señalar a sus maestros. De ahí la necesidad de actuar como
verdaderos líderes que permita guiar a los alumnos de una manera eficaz a construir su aprendizaje.
Es conveniente que el docente tome en
consideración los estilos de aprendizaje de cada alumno, como líderes deben
tener la habilidad de conocer e identificar las necesidades de cada uno. Para ello debe de aplicar una forma de
liderazgo que le permita desempeñar su trabajo de la mejor manera. Chamorro de
acuerdo a Owens (1976) cita “un solo
estilo de liderazgo no puede ser aplicado en todas las situaciones cotidianas
de una organización ya que varía de acuerdo
a las diferentes personalidades y estados de ánimo de los miembros”.
Es responsabilidad de todo buen líder conocer a sus seguidores. Tener información precisa de aspectos
generales y particulares de la gente con la que comparte el logro de los
objetivos, es sumamente importante sobre todo en el marco del estilo ideal del
liderazgo, aquel que potencia no solo los perfiles profesionales sino lo que
resulta más importante, los perfiles humanos, Pazmiño (2010).
BIBLIOGRAFIA
Y PAGINAS ELECTRONICAS
Chamorro Miranda, D J. Factores
determinantes del estilo de liderazgo del director/a.: Universidad Complutense
de Madrid, p 85
Pazmiño, Cruzatti, I. 2010. Liderazgo,
más que una estrategia gerencial.: EDITEKA Ediciones, . p 46
Pont, B., & Moorman, H.2009.
Mejorar el liderazgo escolar, Volumen 1: OECD Publishing
Que importante es que el docente conozca los estilos de aprendizaje, así considerara tanto las singularidades como las diferencias y las necesidades de cada uno de los alumnos logrando en ellos una actitud positiva hacia la escuela, si el alumno sabe lo que se espera de el valorara el trabajo de sus profesor.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con el pensamiento de Pazmiño. El líder que ejerce un liderazgo educativo positivo, dirigido a mejorar los comportamientos y los niveles de actuación de alumnos y profesores lograra una estabilidad y motivación permitiéndole así crear y mantener un ambiente de trabajo y mejora continua hasta lograr las metas deseadas.
Norma Castro
ResponderEliminarEn verdad el docente y los directivos deben conocer los estilos de liderazgo y ubicarse en el que le corresponda de acuerdo a sus conocimientos y habilidades, pero también creo que no hay un solo estilo, porque te vas a desenvolver o vas a aplicar el estilo de acuerdo a cada situación que se te presente durante el desarrollo de tus funciones, cierto, hay uno que predomina más, pero en realidad se aplican todos.
Saludos